Con el uso diario, es normal que las joyas pierdan su brillo original. Afortunadamente, no necesitas productos costosos ni acudir a una joyería para mantenerlas relucientes. Aquí te compartimos una forma sencilla y segura de limpiarlas desde casa.
¿Qué necesitas?
Recipiente pequeño
Agua tibia
Jabón suave (como el de manos o para platos)
Cepillo de cerdas suaves
Paño de microfibra o gamuza
Bicarbonato de sodio y vinagre blanco (opcional)
Hisopos de algodón
Pasos para una limpieza básica
1. Prepara una mezcla de agua tibia con unas gotas de jabón suave.
2. Deja remojar la joya durante 10 a 15 minutos.
3. Cepilla suavemente para quitar la suciedad, sobre todo en zonas con detalles o piedras.
4. Enjuaga bien con agua limpia.
5. Seca y pule con un paño suave sin pelusa.
Para una limpieza más profunda (opcional):
Plata muy opaca: haz una pasta con bicarbonato y agua, frota con suavidad y enjuaga.
Otra opción: sumerge la joya en vinagre blanco por 15 minutos, luego cepilla y enjuaga.
Recomendaciones finales
No uses productos agresivos ni blanqueadores.
Las joyas delicadas como perlas deben limpiarse solo con un paño húmedo.
Guarda tus joyas por separado para evitar rayones y enredos.
Este método es ideal para piezas de oro, plata, acero inoxidable y la mayoría de las piedras. Con unos cuantos pasos simples, tus joyas pueden volver a lucir como nuevas.
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