¡Olvídate de pintar! He aquí cómo quitar todas esas manchas de tus paredes
Por eso te traemos algunos consejos útiles si no vas a pintar este año, pero tienes algunas pequeñas manchas de actividades cotidianas en la pared de las que te gustaría deshacerte sin demasiadas complicaciones.
Obras de arte para los más pequeños
Raro es el niño al que no le entran ganas de mostrar su talento en un lienzo tan amplio y acogedor como la pared del salón o del dormitorio. Por desgracia, las obras de arte no son precisamente de las que quieres pasarte la vida mirando, pero por suerte no tienes que arremangarte inmediatamente.
Si tu hijo ha dibujado con lápiz, una goma de borrar resistente puede ser de gran ayuda en la mayoría de los casos. Es importante que sólo utilices una goma limpia para borrar la pared, de lo contrario sólo conseguirás emborronar la mancha. Si la pintura también está ligeramente dañada por la punta del lápiz, aplica un poco de quitamanchas sobre el arañazo. Una vez seco, límpialo con papel de cocina para igualarlo.
Los lápices de colores son un poco más sucios, pero siguen siendo un problema solucionable. La mejor forma de solucionarlo es con una esponja nueva ligeramente humedecida con una sección de cerdas. Basta con presionar suavemente, frotando en una sola dirección para no emborronar.
Huellas de zapatos, manchas de suciedad
Estas manchas son comunes en las zonas de la pared donde solemos quitarnos o guardar los zapatos, donde dejamos caer los bolsos, las carteras, alrededor de los interruptores de la luz y prácticamente en cualquier lugar donde no prestemos suficiente atención.
Hay una solución anticuada para este problema: las migas de pan, que pueden frotarse en las superficies para eliminar las manchas. Si prefieres seguir con los métodos modernos (porque claro que los hay), es buena idea que te hagas con una esponja de melamina, también conocida como esponja milagrosa.
Estas esponjas son de color blanco y tienen el tamaño de una esponja de lavavajillas. Tienen una textura tan especial que basta un poco de agua para mojarlas. Limpia muy bien la suciedad y no deja que se manche. Y lo que es aún mejor, no sólo se puede utilizar en las paredes, sino también en la superficie de los muebles y en los marcos de puertas y ventanas.
Manchas de grasa
Hay dos formas de eliminar las manchas de grasa de las paredes pintadas.
Una es utilizar un disolvente de vinagre. Mezcle ½ taza de vinagre con ¼ de taza de bicarbonato y dilúyalo en 2,5 litros de agua. Viértalo en una botella con pulverizador y rocíelo sobre la superficie a tratar. Coge un paño seco y absorbente y pásalo por la pared. Es bueno hacer una frotación de prueba en una zona poco visible.
Otro método para las manchas de grasa rebeldes que aparecen al cocinar es espolvorear maicena en un paño húmedo y frotarlo sobre la zona.