La limpieza regular de los filtros de aire acondicionado es fundamental para asegurar un buen funcionamiento del equipo, mantener el aire limpio y reducir el consumo eléctrico. Se recomienda hacerlo al menos una vez al mes, especialmente en temporadas de uso intensivo.
1. Apaga y desconecta el equipo
Antes de empezar, detén el aire acondicionado y, por seguridad, desenchúfalo o corta el suministro eléctrico. Un pequeño acto que puede evitarte sustos y te da tranquilidad mientras trabajas.
2. Accede a los filtros con cuidado
En muchos splits solo hay que levantar la tapa frontal; en otros modelos quizá necesites un destornillador. Hazlo con calma: tu equipo no tiene prisa y tú tampoco. Sabrás que va bien cuando la tapa ceda suavemente.
3. Saca los filtros y quítales el polvo grueso
Los filtros suelen ser de plástico ligero. Sujétalos con firmeza y deslízalos hacia afuera. Con la aspiradora (en modo suave) retira partículas grandes: es sorprendente cuánto polvo “olvidan” los filtros si pasan meses sin limpieza.
4. Baño de espuma suave
Llena una cubeta con agua tibia y un poquito de jabón neutro. Sumerge los filtros y déjalos reposar unos cinco minutos; esto afloja la suciedad incrustada. Luego, frota con las manos o un cepillo de cerdas suaves, sin apretar demasiado.
5. Aclarado y secado natural
Enjuaga con agua limpia hasta que no queden burbujas de jabón. Después, colócalos en un lugar ventilado y a la sombra: el sol directo puede deformarlos. Aprovecha para tomar un café o hacer otra tarea breve; vale la pena esperar a que sequen por completo.
6. Vuelta a su sitio
Cuando estén secos, encájalos con cuidado en su posición original. Deberías notar que encajan de manera firme y uniforme. Si tienes dudas, consulta el manual: ¡no tengas miedo de mirar una referencia!
7. Cierre y prueba final
Vuelve a colocar la tapa del equipo y conecta de nuevo la corriente. Enciende el aire y comprueba que el flujo de aire sea constante y sin ruidos extraños. Si todo va bien, respira tranquilo: acabas de darle un respiro a tu equipo… y a ti.
Algunos trucos de quien ya lo ha hecho un par de veces
Si tu hogar tiene mucho polvo o mascotas, repite el proceso cada 3 o 4 semanas.
Guantes y mascarilla ligera no sobran, sobre todo si eres alérgico al polvo.
Guarda los filtros en posición plana; así mantienen su forma y duran más.